Festejar en grande los quince años ya no es un evento exclusivo de mujeres, desde hace varios años muchos hombres adolescentes se están sumando a esta tradición; lo que ha llevado a la adaptación en cuanto a organización y decoración, integrando detalles al gusto de chicas y chicos, y ha revolucionado aspectos importantes como: el estilo de los adornos, el vals (ellos también tienen chambelanas), la entrega del último juguete y por supuesto: los pasteles de XV años.
En cuanto a estos últimos, llegan a abarcar toda una tipología, siendo los de varios niveles los preferidos para sorprender a los invitados; y las flores, la decoración más utilizada en el caso de las chicas. Sin embargo, hoy en día también hay pasteles temáticos: de unicornio, de princesas o cualquier personaje de moda, videojuegos o deportes.
Origen de la celebración de XV años
Esta fiesta se celebra en varios países de Latinoamérica con algunas variantes por región, pero con elementos básicos representativos.
Hay muchas teorías sobre el origen de esta tradición; sin embargo, la que más aceptación tiene, se remonta a la época prehispánica cuando la edad promedio de vida de las mujeres era de 30 años, por lo cual al cumplir 15 años se presentaba ante la sociedad a las niñas que ya alcanzaban la edad madura. Con la evangelización, los sacerdotes católicos españoles retomaron esta celebración instaurando misas como parte de mostrar que era una “persona de bien”.
En cuanto a los ampones y coloridos vestidos, se dice que fueron inspirados por la emperatriz Carlota de Habsburgo; las quinceañeras de la aristocracia adoptaron esta vestimenta como símbolo de estatus. De igual forma sucedió con el pastel, en donde el tamaño y la cantidad de pisos mostraban cierto nivel.
Hoy en día, el pastel sigue siendo un elemento de decoración significativo en estas celebraciones.
El pastel perfecto
Si bien la decoración es un aspecto muy importante en la elección del pastel porque debe cumplir con el gusto del o la festejada y es el elemento básico de la foto que se quedará por siempre en el recuerdo, el sabor no debe dejarse de lado. Deleitar a todos los invitados es una forma de consentirlos.
Por esta razón, las nuevas tendencias para los pasteles son tener más de uno. Sí, puede ser uno para la foto de fondant y el que se compartirá con todos los invitados. Esto no significa que el primero no esté bueno, simplemente que los pasteles de fondant son más vistosos, pero más costosos.
Otra opción es tener una mesa de pasteles: el principal decorado al gusto del o la festejada y otros más pequeños que puedan complementarlo, pueden ser de diferentes sabores para que cada invitado elija el que más le guste.
Por supuesto, está el pastel clásico de varios niveles, recuerda que lo tradicional nunca pasa de moda.
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