El pollo es la carne más consumida en los hogares mexicanos; pues además de que su costo es accesible, las recetas elaboradas con esta carne pueden ser son muy versátiles.
Entre esta gran variedad de preparaciones destacan los pollos rostizados y rancheros que se elaboran en rosticerías, los cuales son la salvación de muchas amas de casa y de muchos trabajadores, quienes en sus horas de comida buscan un platillo económico, delicioso y rendidor.
Pero ¿cuál es la diferencia entre el rostizado y ranchero?
Pollo Rostizado
El proceso de cocción es a fuego lento, con temperatura constante; por esta razón, la forma de prepararlo es en hornos especiales que permiten que el pollo vaya girando lentamente sobre el fuego.
La carne se baña con sus propios jugos y se sazona con hierbas y especies que logran que la consistencia sea más jugosa. El resultado es un pollo de piel dorada y crujiente por fuera y jugosa por dentro.
Pollo Ranchero
Este estilo es una versión mexicana del rostizado tradicional. Aunque su proceso de cocción es similar, la preparación previa es con una salsa de adobo o ranchera, la cual se elabora con jitomate, chiles, cebolla y especias.
Gracias a este adobo, obtiene un sutil sabor picosito, que le da el toque mexicano. Su consistencia es ligeramente más seca, pero contrasta con su sabor más intenso.
Acompáñalas con papas fritas
Sin duda, la mejor guarnición tanto para los pollos rostizados, como para los rancheros, son las papas fritas. En rosticerías Lecaroz hay dos variedades: naturales y sabor jalapeño.
Otras opciones clásicas para acompañar este platillo son arroz y salchichas rostizadas. Y para quienes gustan de saborear la carnita pegada al hueso, están los pescuezos. Para chuparse los dedos.
Por último, una recomendación para disfrutar al máximo estos pollos es comiéndolos en una torta, con un bolillo recién salido del horno.
Te esperamos en Rosticerías Lecaroz.